5 mitos del fitness que debes dejar ir
El mundo fitness trae consigo múltiples afirmaciones que algunos adoptan como verdades absolutas. Es general, este tipo de aseveraciones se dan por desconocimiento, por creer en testimonios de deportistas que dicen “haber estudiado” y no investigar sobre estas versiones. Hay excesivos mitos en el mundo fitness. Sin embargo, la gran mayoría de ellos se quedan únicamente en percepciones, subjetividades o falsedades que se han oído alguna vez y no tienen un respaldo académico o científico. Al respecto, te mencionaremos 5 mitos del fitness que puedes estar creyendo que son verdaderos:
- El cardio adelgaza y levantar peso te vuelve como un hombre
Si bien es cierto que la pérdida de calorías durante un entrenamiento de pesas es menor que con un entrenamiento aeróbico, también es cierto que el ejercicio cardio te hace quemar ese número de calorías únicamente en el momento que se entrenó o se hizo la rutina, mientras que, aún siendo menor la cantidad de calorías que se quemó en un entrenamiento con peso, tu cuerpo sigue quemando más en las próximas 24 horas o incluso días después de haber finalizado con esa rutina. Los músculos definidos, tonificados y fuertes aumentan el metabolismo basal, es decir, la energía que requiere tu cuerpo cuando está en reposo. Por eso, se considera que los grupos musculares que trabajaste durante la rutina de fuerza seguirán gastando o tomando energía en las 24 horas del día.
En cuanto a que la mujer se pone ancha o grande como hombre por levantar peso es falso porque la mujer no tiene el nivel de testosterona que tiene un hombre. Ahora bien, si la mujer consume grandes cantidades de esteroides, productos para crecer y aumentar la masa muscular, sí es posible que se genere un crecimiento muscular, pero este no se da por el entrenamiento de fuerza, sino, por los productos extra que ingiere.
- Es posible perder grasa localizada
Debes entender que la pérdida de grasa es integral. El cuerpo es una unidad completa, es decir, que cuando entrenas y realizas adaptaciones en la alimentación, estás generando una pérdida de grasa en cada parte del cuerpo, no solo únicamente donde quieres disminuir el tejido adiposo. Ahora, sí hay zonas más difíciles según cada cuerpo, pero no significa que bajes únicamente donde quieres o en el músculo donde enfocas tu rutina. Por eso, de nada sirve hacer 100 abdominales diarios creyendo que se va a quemar la grasa del abdomen, sino adaptas tu alimentación a ese objetivo, no entrenas tu cuerpo con regularidad y realizas entrenamiento para todo el cuerpo y con paciencia.
- Los carbohidratos engordan
Hay múltiples dietas que excluyen o sacan los carbohidratos porque consideran que son los alimentos que aumentan el porcentaje de grasa, no permite que disminuya el peso corporal o porque pone el metabolismo lento. Es necesario entender que, lo que nos hace “aumentar de peso” es el exceso de calorías totales que consumimos durante el día. Con esto, debemos cuidar los hidratos de carbono, las porciones de proteína, las grasas y el alcohol. Las calorías que se obtienen de los carbohidratos son tomadas como fuente de energía para los músculos, por eso, son oxidadas con más facilidad que cualquier otro alimento. En definitiva, los tres macronutrientes (grasas, carbohidratos, proteína) son esenciales en la alimentación. Sin embargo, todo lo que se consuma en exceso, así sea proteína, se va guardando como depósito de grasa.
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- Si sudo más, quemo más calorías
El sudor depende de la temperatura del día, del sexo, del tipo de ejercicio, de genética, del ambiente o múltiples variables. Cuando el cuerpo suda, significa que pierde agua y, al instante, se vuelve a recuperar cuando el deportista se hidrata. En resumen, sudar es un proceso natural del organismo y pasa cuando se eleva la temperatura del cuerpo. Por otro lado, la única forma de quemar grasa es regular las calorías que consumes durante el día y entrenar con regularidad.
- La grasa se endurece o se vuelve músculo
La grasa y el músculo son dos tejidos diferentes, por eso, no puede generarse esa conversión que algunos afirman. De ahí que, ni la grasa se vuelve músculo, ni tampoco se “endurece”. El entrenamiento de fuerza permite construir músculo y, a su vez, quemar grasa si es tu objetivo deportivo. Para quemar grasa, es necesario reconocer cuántas calorías estás ingiriendo y saber qué tipo de alimentos estás consumiendo.