11 mitos comunes acerca del ejercicio
A veces caemos en el error de creer todo lo que leemos o escuchamos acerca de la alimentación y el entrenamiento físico, principalmente cuando provienen de fuentes que consideramos confiables, pero, ¿alguna vez te has preguntado qué tan ciertas son estas afirmaciones? A continuación de presentamos los 11 mitos más comunes del ejercicio y sus verdades.
- Si sudas mucho, es porque estás perdiendo peso.
Empecemos por algo básico: nadie suda grasa. Sudar es un proceso que termorregula el organismo y lo limpia de impurezas, por eso cada vez que sudas debes reponer ese líquido que perdiste hidratándote, con esto entendemos que el sudor sólo es señal de que estás perdiendo agua. Por eso, no te servirá de nada usar ropa gruesa o ponerte plásticos para entrenar, esto es totalmente un mito.
- El ejercicio da hambre y hace que se consuma más comida.
Este es uno de los mitos más peligrosos para tu salud si prefieres realizar dietas que ejercitar. Contrario a todo lo que te contaron, el ejercicio reduce la sensación de hambre, ya que te ayuda a regular ciertas hormonas en tu cuerpo que avisan al cerebro que estás lleno.
- Con paciencia, la grasa puede convertirse en músculo.
La grasa está bajo la piel, entre los músculos y recubre los órganos internos y el tejido muscular que se encuentra en todo el cuerpo. Son dos tipos de tejido distintos y uno no puede convertirse en el otro. La mejor forma de reducir tejido graso es con una alimentación sana, pero el levantamiento de pesas que se encarga de construir y aumentar el tejido muscular, también ayuda a reducir la grasa corporal.
- Si haces abdominales, los marcas y pierdes grasa de esta zona.
La pérdida localizada de grasa no existe. Lo que debes es activar y ejercitar todos los grupos musculares para que, junto a la alimentación sana, se consiga la pérdida de peso general. Si en realidad quieres tener abdominales marcados, prueba también otros ejercicios como las planchas, de seguro lograrás fortalecer esta zona.
- Lo mejor para hidratarte, son las bebidas deportivas.
Este mito es parcialmente cierto, teniendo en cuenta que las bebidas deportivas están hechas con las cantidades adecuadas de electrolitos, líquido y algunas contienen hidrato de carbono, necesario en entrenamientos prolongados, sin embargo, no se puede reemplazar el agua como una de las mejores fuentes líquidas para la rehidratación.
- Bebe agua durante el ejercicio.
Este más que un mito es una verdad absoluta. Antes, durante y después de tu entrenamiento es esencial que bebas agua para evitar la deshidratación. Ten en cuenta que es preferible hacerlo en pequeños sorbos.
- Para perder grasa corporal, debes hacer todo el cardio que puedas.
El entrenamiento cardiovascular ayuda a quemar calorías, pero si te excedes en tiempo en una misma sesión, te arriesgas a que haya un desequilibrio entre la testosterona y el cortisol, dos hormonas que en pocas palabras, harán que tu grasa no desaparezca.
- Si dejas de entrenar con pesas, todo el músculo que ganaste se convierte en grasa.
Nuevamente este es un mito con una parcialidad de verdad. No es cierto que vayas a convertir tus músculos en grasa solo por dejar de entrenar, pero posiblemente si dejas de hacerlo y te descuidad con la comida, es posible que pierdas masa muscular y ganes la tan indeseada grasa.
- Para perder grasa debes hacer muchas repeticiones con pesos pequeños.
Pongámoslo de esta forma: hacer 10 series de 100 repeticiones con 5 kilos, no quema grasa. Mejor intenta 10 series de 10 o 15 repeticiones con un peso adecuado para ti.
- Para estar en forma necesitas hacer mucho ejercicio.
Este es un mito que escuchamos a diario, y contrario a lo que crees
Lo que necesitas para tener un cuerpo tonificado, atlético y mantenerte en forma, es un programa de entrenamiento específico y regular. Por ejemplo, si no tienes el suficiente tiempo al día, puedes llevar una rutina en la que se incluyan intervalos de alta intensidad, con pocos minutos al día, tres veces por semana. No compares tu rutina con otro, pues cada uno es un caso diferente.
- La clave es consumir 60% de carbohidratos, 20% de grasa y 20% de proteínas.
Aunque es una fórmula que funciona y que es recomendada por los médicos especialistas, no es un porcentaje exacto y único para todos. Para alguno, puede resultar más efectiva la alimentación 40% carbohidratos, 30% grasa y 30% proteínas, pues en cuanto a nutrición no se puede buscar una receta milagrosa universal, cada quien, según su rendimiento, tipo de entrenamiento y cantidad de actividad física, debe encontrar qué alimentos le funcionan.
¿Qué otros mitos añadirías a esta lista? No olvides cerciorarte de lo que escuchas con respecto al ejercicio, en ocasiones, son rumores que continúan esparciéndose erróneamente.