ACEITE DE OLIVA VS. ACEITE DE GIRASOL, ¿CUÁL ES MÁS SALUDABLE?

Sin duda, dos de los aceites más consumidos en las familias son el aceite de oliva y el aceite de girasol, sin embargo, una gran mayoría se basa más en los precios que en los beneficios que cada uno le aporta a su salud, siendo esto en parte un error que aún estamos a tiempo de corregir, sobretodo si tenemos en cuenta las ventajas, beneficios y algunas desventajas que queremos compartirte para que a partir de hoy, realices pequeños pero importantes cambios en tu alimentación, que de seguro se verán reflejados en tu vida.

Por un lado, el aceite de oliva es considerado un alimento muy sano e infaltable en una dieta mediterránea, y el de girasol de alguna forma, no goza de la misma popularidad y suele pensarse que funciona solo para ponerle a las ensaladas. ¿Qué tan cierto es? ¡Salgamos de inmediato de dudas y pongamos en consideración sus diferencias!

Conoce las diferencias claves.

El aceite de oliva se obtiene de triturar olivas y es más oscuro y verdoso debido a los flavonoides, mientras que el de girasol es sacado justo de las pipas de estas flores, al ser trituradas y tiene un color más claro y amarillento.

Tanto el de oliva como el de girasol son de origen vegetal, pero no tienes que limitarlos a que el primero es solo para cocinar y el segundo para preparación de ensaladas; el aceite de girasol puede comerse crudo y es ahí donde tiene verdaderos beneficios en salud.

Existen diversas variedades de aceite de oliva en el mercado y por ello goza de tanta popularidad, más aún cuando la comida mediterránea, que es tan famosa mundialmente, lo usa dentro de su dieta.

Su mayor diferencia es la forma en que se extraen y su fermentación lo cual se refleja en su calidad, por ejemplo, el aceite de oliva virgen no tiene tanta calidad y exquisitez como el extra virgen.

¡Corazón sano con el aceite de girasol!

Comencemos destacando los beneficios del aceite de girasol; te daremos las que consideramos claves para decidir sobre su uso:

Si lo consumes crudo, tendrás muchos beneficios porque ahí están sus nutrientes, entre ellos, las grasas buenas, ácidos grasos y vitamina E.

Tiene efectos antiinflamatorios por lo que personas con artritis o síndrome premenstrual, deben consumirlo.

Ayuda a mantener el corazón sano, mejora la circulación y reduce el riesgo de infartos. Mantiene en equilibrio los niveles de azúcar y reducir el colesterol malo.

La vitamina E que contiene el aceite de girasol, es útil en la prevención de asma, cáncer y artritis reumatoidea. Además, hidrata las células y protege contra el parkinson. Si te aplicas aceite de girasol directamente en la piel, la hidrata y ayuda a combatir hongos.

Debido al zinc que contiene, tiene propiedades que ayudan al rendimiento sexual.

¡Pierde peso con el aceite de oliva!

El aceite de oliva no se queda atrás, tiene tantos beneficios que es difícil no querer usarlo:

Tiene propiedades antibacterianas por lo que mejora tu estómago y aparato digestivo de bacterias como el helicobacter pylori.

Reduce el dolor articular e hinchazón en personas que artritis; además, potencia las funciones cognitivas, metabólicas y cerebrales.

Previene la diabetes, mejora la salud cutánea y tiene fuentes altas que ayudan a evitar el envejecimiento prematuro y osteoporosis. Previene también el alzheimer y todas aquellas enfermedades de índole inmunológico.

Reduce el colesterol y pierdes peso gracias a que contiene grasas saludables.

Entonces, ¿cuál es más saludable?

Como ves, no es una decisión sencilla, y como mencionábamos al inicio, no es cuestión de comprar pensando en su precio; en nuestra opinión, el aceite de oliva, en especial es extra virgen es el mejor aceite vegetal, pero esto no significa que debas descartar el de girasol.

A diferencia del de oliva, tiene un sabor neutro y más suave que resulta agradable para algunos, por eso el sabor de los alimentos no cambia cuando le agregas salsas. Si eres de los que consideras que el aceite de oliva tiene un sabor muy intenso, cámbiate al de girasol. Quizá la mejor recomendación sea usar ambos, el de girasol y el de oliva: uno para cocina, y el otro para aliñar; ¿Tú con cuál te quedas?