¿QUÉ SUCEDE CUANDO DEJAS DE ENTRENAR?
Dejar de hacer ejercicio de repente, ya sea por una lesión, una enfermedad, exceso de trabajo o por simple cambio de hábitos, tiene consecuencias en tu organismo tanto físicas como mentales. Puede significar el inicio de una enfermedad cardiovascular, patologías crónicas y trastornos metabólicos que se ven reflejados debido a la falta de movimiento. Sigue leyendo, porque después de que sepas lo que sucede cuando dejas tu rutina de entrenamiento, jamás se te pasará por la mente hacerlo.
3 o 4 días sin ejercicio. No pasa nada ni es contraproducente. Puedes tomarlo como tu forma de descansar los músculos y suele hacerse cuando no cuentas con mucho tiempo para llevar una rutina más frecuente.
Una semana. Si sucede cada 3 meses, no pasa nada; es una forma de reponer tejidos, dejar descansar tu musculatura, tu sistema cardiovascular y hormonal. Tómala como tu semana de descanso pero lo importante es que el entrenamiento regrese, ya sea desde casa o en el gimnasio.
Dos semanas. A los 9 días ocurre un leve descenso del tono muscular; ya tus músculos no están tan firmes, eres menos eficaz en tu sistema cardiovascular pero aún puedes retomar iniciando pocos minutos y subiendo el tiempo de entrenamiento paulatinamente.
Un mes. Si en 15 días ya comienzas a perder tono muscular, ¿qué crees que comienza a pasar en un mes? Tu metabolismo ahora está más lento, has aumentado algo de grasa y quizá sientas algo apretada tu ropa. Al no haber mucha movilidad, es posible que sufras de estreñimiento y aprecies tu piel con algo de celulitis nueva.
Más de un mes. Ya has perdido tono muscular y masa. Aunque el tono que comenzaste a perder la segunda semana lo puedes recuperar más fácilmente, con la masa no sucede igual. Tu metabolismo no recupera tan rápido el ritmo que llevaba, y quizá suceda que al notar cambios en tu cuerpo, caigas en la pereza, la pesadez y cada vez tengas menos ganas de retomar.
De 6 a 8 meses. Prácticamente eres un ser sedentario. Te fatigas más, habrás aumentado un par de kilos y tu corazón tiene que trabajar más duro para no cansarse, al igual que tus pulmones.
Un año. ¡Ya eres un sedentario! Tu grasa corporal va en aumento, has perdido masa muscular, tienes metabolismo lento y alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, colesterol, insomnio, depresión, estrés y cambios de humor.
No llegues a este punto. A pesar de llevar una vida laboral agitada, 40 minutos serán suficientes para que entrenes y así evitar que pase el tiempo y cada vez sea más difícil de lograr un cuerpo saludable. si te queda más fácil, adquiere implementos deportivos como mancuernas, una caminadora y unas bandas elásticas para que entrenes desde casa en el tiempo libre.