EL PAPEL DE LA VITAMINA D EN EL DEPORTE
Las vitaminas traen consigo grandes beneficios para la salud mental, ósea y muscular, pero hay una en especial, la vitamina D, que es de enorme interés en quienes realizan ejercicio físico. Por esta razón, vamos a profundizar en ella, de qué forma adquirirla, cómo se beneficia tu cuerpo y qué sucede cuando hay déficit en el organismo. ¡Te va a encantar esta información!
La vitamina D en el rendimiento deportivo.
Cuando hacemos un entrenamiento de forma regular, la alimentación es clave para que el objetivo que se busca con el ejercicio, sea más efectivo y se optimice el proceso de recuperación. La vitamina D es en este caso, importante en la asimilación de los minerales, sobre todo en la absorción del calcio y el fósforo. Sin esta vitamina, no podríamos aprovechar el calcio que consumimos por medio de los alimentos ni aumentar la reabsorción del fósforo en los riñones e intestinos.
Por otro lado, la vitamina D es útil para evitar lesiones y generar desgaste en el organismo; cuando cargas peso de forma regular, requieres de ella para reforzar la estructura de los huesos y músculos, es más, si tienes problemas óseos, debes consumir vitamina D prácticamente todos los días.
Además de ayudarte con el rendimiento deportivo, es de gran ayuda en tu salud física: refuerza el sistema inmunológico, de forma tal que disminuyes los resfriados y gripas; contribuye al buen funcionamiento del corazón y previene la hipertensión arterial.
Los hombres no solo obtienen sus beneficios de masa muscular, huesos fuertes, rendimiento y velocidad, sino que la vitamina D les ayuda a aumentar la testosterona; es decir, gracias a ella, desarrollan músculos fuertes, mejoran en el equilibrio y la energía. Por lo contrario, si les falta, notarán depresión y poca fuerza ósea. En las mujeres les ayuda a mantener un balance hormonal, mejorar en los saltos, en sprint y en recuperarse luego del ejercicio.
¿Dónde se obtiene?
El sol es una fuente de vitamina D, sin embargo para muchos, exponerse a los rayos solares por largas horas es perjudicial no es posible; por eso existen otras maneras de adquirirla, como los suplementos alimenticios. En la mayoría de las dietas hay una escasez de vitamina D, por ello no siempre exponerse al sol, garantiza recibir la vitamina necesaria ni tienen los niveles óptimos para estar saludables.
En épocas del año en donde el sol no es muy fuerte, puede incrementarse este déficit; te recomendamos consumir atún, sardinas, salmón, bacalao y quesos grasos, para que la obtengas mediante una buena alimentación.
¡Que no te falte vitamina D!
Si tienes déficit de vitamina D, puedes pasarlo muy mal. En el largo plazo, puedes padecer osteoporosis, deformaciones óseas, osteomalacia, diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer de colon. Si además, es poca o nula la exposición al sol, además de las enfermedades intestinales y gástricas, puedes notar atrofia muscular, disminución de la fuerza isométrica de las piernas, menos velocidad y dificultad al saltar, mayor facilidad para lesiones y fracturas, posible aparición de esclerosis múltiple, artritis reumatoidea, accidentes cerebrovasculares y enfermedades endocrinas.
Así que, como buen deportista, debes evitar que esto suceda. Este déficit se nota con más frecuencia en los atletas en la época de invierno, cuando deben entrenar luego del atardecer o en espacios cerrados. Los jugadores de baloncesto también presentan insuficiencia de vitamina D, debido a que la mayoría de sus entrenamientos son en espacios encerrados. Es por eso, que para ellos una de las soluciones son los suplementos. Si tú no tienes déficit, no es necesario que los consumas.
Los suplementos ofrecen beneficios a nivel muscular, aumentando la fuerza y masa; mantienen un balance hormonal ideal, aumentan la densidad de los huesos y previene que se rompan con facilidad. Por eso, sin abusar de ellos, puedes consumir la dosis recomendada por los médicos según el déficit.
