8 CLAVES DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Mejorar el estilo de vida no es sencillo, aún así es posible; esto incluye no solo ejercicio sino modificar los hábitos alimenticios que son cruciales para que se logren resultados efectivos. ¡Si estás dispuesto a darle un equilibrio saludable a tu vida, estos 8 consejos que vienen a continuación son para ti!

Para que una dieta sea sana, es importante que ante todo contenga nutrientes en cantidades adecuadas que nos permita suplir todas las necesidades del organismo; sabemos que las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas proporcionan energía, y que las vitaminas y minerales son necesarias en cantidades más bajas pero existe tanta información en redes que puede ser confusa en cuanto a las proporciones que se deben consumir, sin mencionar los mitos falsos a su alrededor. Para darle claridad, hemos sintetizado 8 claves sobre la alimentación saludable, en complemento con el ejercicio que te permitirán tener un cuerpo definido, mantener un peso ideal y sentirte saludable.

Bebidas e hidratación. El agua es la mejor manera de mantenerte hidratado, tanto así que deberías convertirla en tu mejor amigo, en tu aliado. Es la bebida más saludable que podrás encontrar porque cubre las necesidades de hidratación de tu cuerpo. Intenta beber entre 6 y 8 vasos diarios de agua y adquiere el hábito de dejar los refrescos. Al igual que los zumos y bebidas Light, estos tienen muchos azúcares, algunos contienen gas e influye en la eliminación de toxinas en tu cuerpo.

Cinco comidas al día. Dividir las comidas es una de las mejores formas de controlar lo que comes; no te limites al desayuno, almuerzo y cena, ni aumentes la cantidad, solo sepárala añadiendo dos momentos más, una merienda en la mañana y otra en la tarde. Tampoco se trata de eliminar alimentos, es simplemente moderarse en las porciones, de esta manera, repartiéndola en 5 comidas, será más fácil sentirse saciado. Tampoco te saltes las comidas; no desayunar es un error que el cuerpo lo cobra pronto, así como acostarse sin cenar. Recuerda, porciones pequeñas y saludables.

Sal. Cuando reduces el nivel de sal en las comidas, el cambio es increíble. El sodio es necesario para la salud pero este lo podemos encontrar en otros alimentos así que la sal de mesa viene sobrando y controlarla ayudará a limpiar y cuidar órganos importantes como el hígado y el riñón.

Grasa saturada. La grasa no es mala, pero la saturada sí eleva los niveles de colesterol y obstruye las arterias. Por ello debes reducir el consumo de pasteles, panes, caramelos, galletas, papas fritas, manteca y todo eso que en ocasiones se vuelve una tentación de fin de semana. Si eres capaz de mantener bajo control los fritos, la repostería industrial, los embutidos y cualquier alimento cargado de grasa saturada, los cambios físicos generados por el ejercicio comienzan a notarse más rápidamente.

Frutas y verduras. Entre más puedas consumir alimentos de origen vegetal, mejor. Las frutas y verduras contienen agua, fibra y antioxidantes; no poseen grasa ni colesterol. Por algo la dieta mediterránea es de las más famosas y promovidas a nivel mundial. Menos comida de origen animal, más frutas y verduras.

Proteína.. Consumir proteínas aporta energía y repara los tejidos; asimismo, ayudan a la oxigenación del organismo y al buen funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos creen que al hacer dieta deben reducir el consumo de proteína, pero se ha demostrado que esto conlleva a un déficit nutricional al que no te debes arriesgar.

Carbohidratos. La desinformación nos hace creer que los cereales son malos para el organismo, pero es todo lo contrario. No puede haber una dieta equilibrada sin cereales, ellos forman parte del grupo más grande dentro de la alimentación. Son ricos en fibra y te ayudan a prevenir enfermedades digestivas. Los cereales no son solo el arroz o el trigo, recuerda que el maíz, la cebada, el centeno y todo lo que se produce a partir de ello como la pasta y el pan, son cereales.

Lácteos. En el tema de los lácteos, siempre hay controversia. No necesitas leche para tener huesos fuertes, de hecho, el calcio y la vitamina D la puedes encontrar en otros alimentos vegetales como las espinacas y las sardinas, sin embargo, algunos están en pro de su consumo. La leche no facilita la pérdida de peso y generan elevaciones de insulina aunque sea desnatada, pero depende de ti si continúas su consumo o prefieres leche de almendra o de soya, que es más natural.

Finalmente, no olvidemos que no existen alimentos buenos o malos, solo es cuestión de comer con moderación y complementar la dieta con un buen entrenamiento físico.